La sociedad, sin que nos demos cuenta, está en una transformación continua. Cambian las costumbres, las ideologías, la forma de comunicarnos… Estos cambios se producen también en el ámbito cultural: cada generación configura sus propios códigos, su estilo, sus formas de expresión artística y su filosofía de vida, de manera que crea su propia cultura. Vemos claramente como cada época está caracterizada por determinados rasgos: la cultura (o contracultura) hippie de los 60, los años 70 y la música disco o la estética punk, el excentricismo de los 80, etc.

Pues bien, si hay algo por lo que se recordará esta época dominada por millenials y aquellos pertenecientes a la generación Z es por haber desarrollado y expandido la cultura urbana que siempre se ha considerado como "baja cultura" hasta el punto de convertirla en la corriente principal entre los jóvenes, en lo mainstream.